domingo, 28 de junio de 2009

SER O NO SER


Juan y Américo, pizza por medio están analizando: ¿Qué? Vamos a votar? Y... si vamos, a quién le votamos?, y si tenemos que hacer la cola afuera y nos enfriamos la cola? Y si llevamos barbijo y todos nos miran como bicho raro? Y si se gasta la plasticola, usaremos la lengua? Y si encontramos algún conocido y nos quiere dar un beso? ¿Qué hacemos? Osooo. Mejor nos quedamos en casa a mirarlo por TV, comiendo pizza.

Se pudrió todo

Mala suerte che, los tangueros estamos muy jodidos por ésto de la gripe chancha. No hay milongas, ni talleres y el que se atreva a bailar en un lugar cerrado con gente que no conozca, corre peligro de contagio, o acaso vamos a bailar el tango con barbijo, guantes y a un metro de distancia? Hummmm, no lo veo. Mejor nos quedamos en casa, tomamos una escoba, colocamos FM Tango (si no están todos en cuarentena) y tratamos de hacer UN CORTE Y UNA QUEBRADA. Hasta la próxima.

sábado, 20 de junio de 2009

Volvió "El playón"

En la plaza Montenegro alias "Playón" comenzò nuevamente la milonga, ahora cuando el sol aún está en lo alto, tipo 15hs. , luego de hacer la sobremesa dominguera con nuestra familia, nos calzamos los tamangos milongueros, un toque de perfume para disipar el aroma al asado o los tallarines con tuco, mate en mano o termo con café, partimos ansiosos hacia el encuentro del tango y su comunidad. Y al llegar nos envuelven los acordes de esa música tan sensible a nuestros corazones. Entonces nos olvidamos de la melancolìa de los domingos y nos dejamos arrullar por los maravillosos acordes del TANGO. Si al día siguiente debemos comenzar la semana, larga y dura semana, ¡Qué importa! ¡Quién nos quita lo bailado!

martes, 9 de junio de 2009

EL MATRIMONIO TANGUERO



Ana y Américo demostrando cómo se hace una buena pose tanguera. Si hasta parecen enamorados. JE, JE

miércoles, 3 de junio de 2009

Sábado frío, brrrrrrrrrrr

Sábado 30 de mayo; la temperatura gèlida no abrigaba muchas esperanzas que el taller de Carmen y Juan a las 18,30 hs. asistieran los "alumnos", pero la pasión por el tango , el calor en el pecho por ese baile tan profundo y cautivante, hizo que el taller se colmara de hombres y mujeres ansiosos por asimilar nuevas figuras tangueras, frotando sus manos para entibiarlas, envueltos en chales y bufandas, fueron lentamente entrando en la fogosidad del tango. Y bailamos, nos chocamos y reimos; llevandonos en nuestros corazones el desafìo vencido de abrazar el TANGO